El dia 7 del presente mes se celebró cabildo de hermanos de la Fervorosa Cofradía de Penitencia del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora del Amor y del Trabajo, en los locales de la Calle Mirlo nº16.
Uno de los temas a tratar y en el cual la Hermandad ha puesto mucha Ilusión, fue presentar una imagen ornamental no expuesta a culto, que representa a Santa María Magdalena, que iría en el paso del Cristo de la Buena Muerte, al igual que en otras ciudades de nuestra geografía, Málaga, Sevilla, e incluso Granada.
Una vez debatido el tema, echa la presentación histórica y cultural por David Rodríguez Jiménez Muriel, la parte técnica por el escultor y imaginero José María Hurtado, autor de la obra y la parte teológica por el sacerdote Don Antonio Gutiérrez, se procedió a la votación siendo aprobada por unanimidad.
A Partir de este momento y atendiendo la voluntad del cabildo, la hermandad ha iniciado los trámites necesarios para que se pueda ejecutar la obra, quedando a la espera de su aprobación definitiva.
Un pequeño resumen técnico de esta imagen y el lugar donde iría en el paso, según su autor:
Se trata de una obra de tamaño natural de un metro sesenta y cinco aproximadamente (teniendo en cuenta si estuviese de pie), de las llamadas de vestir. La obra ha sido diseñada para encontrarse ubicada en la delantera izquierda del paso del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, mostrando a Cristo muerto a la ciudad de Granada.
Si tuviéramos en cuenta el frontal del paso se nos presenta con un fuerte escorzo y arrodillada como signo de su abatimiento, acentuándose con su giro y caída de cabeza hacia el lado izquierdo. Su mano derecha a los pies del Cristo sostiene el Cáliz, como símbolo iconográfico donde recogerá su sangre derramada; mientras que su brazo izquierdo quedará alzado para con su mano sobre el pecho y direccionada hacia el crucificado, mostrarnos el Calvario.
Respecto al estudio compositivo de la obra en relación al conjunto artístico procesional, la efigie dirigirá su mirada hacia la delantera izquierda del paso, siendo el contrario a donde reposa la cabeza el crucificado, y así ampliar los puntos de vista e interés del mismo. Pero a su vez, el posicionamiento escorado del torso de María Magdalena y el direccionamiento de las extremidades de la misma, crearan un dialogo entre ambas imágenes y dirigirán la visión del espectador hacia la imagen titular, enfatizando la teatralidad de la escena.
En cuanto a la expresión facial de María Magdalena presentara un semblante de dolor sereno, con mirada baja, boca ligeramente entreabierta y entrecejo alzado en busca de transmitir un abatimiento intimista y alejado de cualquier rictus violento. Las facciones estarán enmarcadas por una larga cabellera que formará un juego compositivo de volúmenes asimétricos y con una acentuada caída para reforzar el carácter expresivo de la obra.
La imagen deberá respetar e integrarse en el estilismo estético granadino de la Cofradía, para obtener un conjunto armónico e integrado, sin renunciar a la personalidad y valor de una obra de autor.
La pieza será tallada en madera de cedro real a excepción de los brazos. Dicho material es considerado desde hace siglos el soporte mayor calidad para las obras de imaginería policroma por su estabilidad en las estructuras que la conforman y su fuerte amargor que evita el ataque de insectos xilófagos como pueden ser la polilla y la carcoma. En cambio los brazos, al estar dotados de articulaciones mediante el mecanismo de rótula bloqueada con perno y muelle en codos y muñecas, serán realizados en madera de caoba por su gran densidad y dureza ante fuertes tensiones.
Toda la obra será tratada mediante las técnicas y preparaciones de encolados, enyesados e impermeabilizados tradicionales, debido a su constada perdurabilidad en el tiempo, al igual que el tratamiento pictórico de la obra con técnicas al aceite. Finalmente la obra tendrá postizos como pestañas de pelo natural realizadas a mano así como lágrimas de vidrio fundido para dotarla de mayor realismo y veracidad.
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